El seso de los ángeles es neutro y Cuello invertebrado son dos poemas creados en pleno confinamiento por el COVID-19.
Me encontraba bloqueado, atado de pies y manos e incapaz de crear nada hasta que un día, después de hacer “Poema urgente” y Crespón negro”, motivados por el virus criminal, pude sacudir el dolor y la rabia que tenía por tantísimas muertes.
Mi cuello invertebrado
Alargo mi cuello invertebrado para esconderlo bajo el ala.
No me gusta nada la sombra que proyectan tus pestañas rizadas
excesivamente amenazadoras.
Háblame.
Di algo que consuele la perenne tristeza,
ando agotado buscando motivos y puertas abiertas.
Háblame.
En tu campo sobre la hierba seca crecen ortigas,
vasos sanguíneos navegables.
Chapoteo en la miel y el caballo grande resopla
tu espalda desnuda desde la nuca a las suaves colinas luce perlas de chocolate con leche.
Beso tu piel,
ensueño un posible pacto con la noche.
Por una vez te quedarás dormida y yo a tu lado mataré al viento.
El seso de los ángeles es neutro
No sé dónde buscar esperanza
¿está en la sombra húmeda de la piedra?
O
¿en el sinuoso y negro orificio de gusano en la manzana?
no podemos esperar.
Aquí y ahora quiero levantarme del asiento
arrancar mi parte de mundo y llevármelo a la cama.
No lo voy a compartir,
es mío y lo quiero para mí.
El agua que me corresponde,
el pan, el salami y la mortaleda;
el aspirador, la lavadora y la nevera.
Yo con mis cosas y mis miserias
y dejadme tranquilo dormir a pierna suelta.
Despertar sin sobresaltos con la cabeza hundida en la almohada
mirar al techo
y que por una vez, la primera
no me caiga la cal encima y explote los ojos.
Entonces me enfrentaré a un nuevo día
de esta puta primavera que no tendrá nada de nuevo
y descorreré las cortinas
mearé con la tapa levantada
soltaré algún que otro mecagoen y dará comienzo el ritual:
oler la lejía
masticar café
contar los dedos de las manos
diez
el zombi que me atacó anoche no fue real y el seso de los ángeles es neutro.
Así entre espasmos y
controles de oxígeno en sangre
termina una búsqueda vacía.