ZoolandiaNN

CUADRO PRIMERO

 Vicepresidente

¿Qué hago aquí?

¿ Qué hago en este escenario absurdo donde todas las paredes están vacías y nadie me aplaude?. ¿Qué hago aquí sin alabanzas, sin caricias?.

Dictador

Aquí estás  esperando la gloria. ¡La gloria!.  Sabes que viene el día después de tu muerte, solo un día, con un día bastará para que alcances la gloria. ¿Eso es lo que quieres, no? Mira, todo lo que ves.  Mira al frente ¿ que ves?. No hay nada, ¿verdad?

Mira al suelo. Una pequeña sombra, sí eres tú, nada más una pequeña sombra y un ramo de flores que te llevaremos a la tumba, ramo de flores marchito. Si un ramo de flores que apenas podrás contemplar, eso es lo que quieres, no solo la gloria. ¡La gloria!, ¡ la gloria!, ¡que venga la gloria!. La gloria solo viene cuando te mueres, ya lo sabes, un día después, ese día es el día que vendrá y te saludará como si fuera el miércoles o jueves y te dirá hola Vicepresidente. ¿Ya has dormido? Estás durmiendo. ¿Estás muerto?

Gloria

Te hablo a ti. Sé que estás esperando. Mira al suelo ¿qué ves?. No ves nada. Si una pequeña sombra, ¿ qué es? Esa pequeña sombra eres tú;  a lo mejor no eres tú, mejor.

No es la sombra de un árbol. Si fuera una sombra de árbol, podría ser una hoja. Si fuera  una sombra de flor proyectaría olores, si fuera la sombra de un mueble sería una madera muerta. No eres una sombra.

¡Qué desconocida la sombra absurda!. ¿Y tú sombra?

Vicepresidente

Pues quítame de aquí. Sácame.

No sé qué pinto aquí, si no puedo decidir mi futuro. No sé qué hago aquí.

Dictador

Entonces, pues es fácil, ya te lo he dicho, estás proyectando una sombra. Sin ti la sombra no es nada y tú no eres nada sin sombra.  Aunque mires al suelo, a las paredes, al cielo y no veas asómbrate ese día. Estarás, no muerto, no desaparecido. Vamos, que ese día ya no existirá nada de ti. La sombra es muy importante o ¿no lo sabe? Yo tengo una sombra muy grande. Sombra que domina en la sombra.  Es la sombra que da sobre la farola. Que podrida está la del  cactus. Es la sombra de la escultura negra. Por eso es tan importante.

 Vicepresidente

Ya lo entiendo, pero voy a quedarme mucho tiempo. ¿Tú crees habrá algo interesante para mí? ¿Qué sea bueno?.

Dictador

No, aquí no hay nada interesante para ti. No hay gloria. No hay sombra que puedas ver.

Podrías estar aquí y tener grandes espacios,  mirar a la multitud y decirles sentaos y todo el mundo se sienta. Luego les dirías en pie y todo el mundo al unísono en pie, entonces tú dominarías el escenario. Tú serías la estrella, la estrella y la sombra, pero no va a ser así, tú no eres prácticamente nada, simplemente el espectro de Timmy y no vas a hablar con la gloria. La gloria es espuma, la gloria solamente es posible un día después de tu muerte. Ahí está la gloria y ya no puedes verla.

(Entra el coro de palmeros).

Palmeros

Con la verga alta dale la gloria. Zanahoria con dientes subida de tono, una gloria y hablar de la muerte, dame, dame, dame hasta ocho veces.

 Vicepresidente

¿Quiénes son estos? Parecen un poco chiflados. Hablaban como si supieran que estamos discutiendo tú y yo. Nadar en la verdad, nada más lejos. Ellos no saben nada y al cabo,¿ qué son los palmeros? Un coro de tócame pelotas que van de fiesta en fiesta tratando de que la gente se ría, pero no nos alegran. El vino ha dado tres vueltas. Entonces sí, entonces la alegría es enorme, el vino vuela, el vino rueda, el vino tiñe la sangre de rojo, entonces la alegría florece con el vino, con las palmeras ellos son los artífices del sueño.

Dictador

Quieres engañarme.  Quieres irte, evadirte. Quieres sentirte mejor y lo vas a conseguir así, de esta forma tan, tan zafia, tratando de lavar la mierda a los demás y espectacularmente miserable.

Miras las palabras y quieres hacer creer al mundo que eres mejor que yo, mejor que la sombra, mejor que la luz. No, tú no eres mejor.

(Los palmeros hacen un corte de mangas a los presentes y desaparecen)

CUADRO SEGUNDO

(Un trozo de sol se ha desprendido y en mitad del escenario ilumina toda la escena, incluso a los personajes que por ella pasan)

Dictador

Que incauto este Vicepresidente, pues no cree que los peces maman y se ha traído una bota de vino para regar las plantas. Así no vamos a ninguna parte. No podemos perder el tiempo en actos pedagógicos, ni en momentos ornamentales. Hay que ir directos al grano. Que las cosas sucedan y no se vea la mano que ejecuta. Dar muerte al traidor en sentencia justa. Eso sí, el traidor elegido al azar, el tribunal amañado, que solo tenga que leer la sentencia dictada desde mi palacio. Un Dictador tiene que dictar, si no ¿de qué sirve? No sería Dictador ni nada, un simple saco de garbanzos sucios con tierra, cebada, pedruscos y poco más.

Coro de plañideras

Alabado seas siempre supremo Dictador, tuya es la gloria en vida, no la de ese Vicepresidente que ha de morir para alcanzarla.

Dictador

¿Veis mi sombra? Me pongo un gorro ruso y mi sombra lleva una corona imperial. Eso es lo que llaman proyección de futuro.

Coro de puñeteras

¡Cuánta razón tienes!

Dictador

Me agota ser tan alto, tan guapo, tan dulce, tan mayor, tan maduro, tan ilustrado, tan magnánimo y tan magnífico y tan magnate y tan…

Creo que voy a jugar a la lotería y si no me toca mando fusilar a las manos inocentes, a los números que no coincidan con mi billete y a quién se resista.

Coro de putas muy putas

¡Qué listo eres, jodido!

Lisiado

(Agitando su bastón)

¡La madre que os parió a todos!. No me llega la pensión. Nadie se ocupa de nosotros. Os da igual que vivamos o no. Total, no podremos ir a la guerra, valemos para poco y tampoco queremos valer. No tenemos opción de alcanzar la gloria y tampoco la queremos, tendríamos que hacer algo que sobresaliera por encima de todos, algo tremendo que arañe las conciencias y esté en boca de todos.

Dictador

Quita a un cojo su bastón y tendrás un bastón sin cojo. Ninguno de los dos valdrá para nada. Tendremos que buscar la forma de eliminar lo superfluo, todo lo que no aporta.

Lisiado

Puedo hablar, convencer, soy útil, muy útil tralalá, tralalá .

Dictador

¡Todo el mundo quieto!.

(Lisiado y Dictador bailan una muñeira)

Virgen a la fuerza

¿Dónde está el Vicepresidente?. El sol está a punto de esconderse, se fundirán las sombras y se partirá el mundo. Habrá que elegir entre tostadas con aceite o mantequilla. Las sombras carecerán de futuro. El Vicepresidente sin sombra dejará de tener futuro y la gloria se alejará totalmente.

Vicepresidente

Se nota tu himen intacto y la mala leche.

TELÓN

 

CUADRO TERCERO

(Las togas entran de dos en dos cogidas de la mano bailando la conga, algunas sin cabeza).

Juez jefe

¡Señores, señores! Tengan calma. Siéntense ordenadamente que tenemos mucho trabajo. Hay que definir toda la vida humana de este magnífico espacio.

Toga rubia

Como todos saben, represento a las señoras bien formadas, de constitución sólida. Tengan en cuenta que todo aquello que yo diga ha de tenerse muy en cuenta.

Toga moreno

Lo sabemos, hay que elegir a cuatro jugadores hábiles para el futbolín.

Juez jefe

Me pido los mandos de portero y defensa de los jugadores blancos y verdes.

Juez pies sucios

Les voy a contar una historia. Hace unos días no tenía nada que hacer, más o menos como de costumbre, y me fui a dar una vuelta en la parte de arriba del autobús turístico. Nos tuvimos que arropar con una mantita para que el relente no hiriera los huesos. El caso es que entre todos los turistas reunimos una pequeña cantidad de dinero y compramos un megáfono para anunciar a los transeúntes la presencia del Juez jefe.

Togado recién despierto

Señores, recuperen la calma. Hay que profundizar en lo que nos ha traído aquí. Todo el mundo está pendiente de lo que decidamos para poder ser fieles cumplidores unos y transgresores los otros.

Juez jefe

¡Somos la Ley y la leche! Ya saben que de nosotros depende el color de los semáforos, el uso racional de los tangas, las luces de colores y el fondo amarillo que pintan los niños para el sol.

(Mariposa a rayas vuela por la sala soltando el polvo de sus alas)

Togado obeso

¡De rodillas! ¡Todos de rodillas! La mariposa nos ilumina, nos transmite su sabiduría. ¡Cuidadla!

Mariposa

Dulces señores y alguna señora. Hoy, precisamente hoy no estoy para coñas. ¡Qué feliz soy de poder inspirarles! Tengo alguna instrucción para ustedes del Dictador. Les aconsejo que las tengan en cuenta y no salgan del camino que tal sabiamente el Dictador les aconseja. Sean buenos y podrán llevar una gran vida con bonitas esposas, guapos hijos, casas imponentes y mucha felicidad.

Despliega un gran rollo de papel con anotaciones y lee:

Procesar y condenar

Procesar y condenar

Procesar y condenar

Condenar

Condenar

Condenar

Condenar trescientas cincuenta y dos mil veces.

Los togados miran la mariposa absortos, la aman, harían el amor con ella y bailan revueltos, sensuales, tratando de no ofender al enviado directo del Dictador.

Cantan

Con esta toga

y este birrete

me saca el Dictador

un billete.

Toma del frasco Carrasco.

Procesar, procesar, procesar  y al malo condenar.

Mariposa

(gritando a pleno pulmón)

¿Quién es el malo?

Juez

Quién se porte mal, lo diga el Dictador o convenga.

Juez jefe

Todos de acuerdo. Ahora vayamos a nuestras fortalezas y pongamos en marcha la verdad, la verdad de verdad, la única.

Dictador

¿Qué queréis?

Correligionarios

Caminar con la cabeza alta, que nadie pueda insultarnos y quien lo haga sea sancionado, inculpado y castigado. ¡Viva el castigo!. Hagamos que todo sea legal. Muy legal. Hagamos un engranaje sin fisuras, compacto, armonioso, blando.

Los prados verdes, el mar azul, el cielo azul, los ojos verdes y las esculturas del parque con olor a lavanda. Sin sobresaltos.

(El dictador sonríe y con sus paletos bien desarrollados raya una zanahoria).

Súbditos

¡Ay!

Correligionarios

Todo por escrito, sin cabos sueltos. Si algo  no consta, no existe y no vale interpretar.

El Dictador da un sonoro beso en la palma de su mano derecha y se lo lanza con un soplido a los correligionarios que lo reciben ilusionados

Súbditos

¡Ay!

Dictador

Todos sois testigos. Os prometo que cumpliré con creces vuestros deseos y que no os arrepentiréis que sea el elegido. ¡Vamos a glorificar el castigo! Nadie será más que nadie pero será inevitable recompensarme. Es lo justo ¿no?.

Súbditos

¡Ay!

Correligionarios

Ningún problema Dictador elegido.

Dictador elegido

Así me gusta.

Correligionarios

Lo que haga falta para glorificar al Gran Dictador Elegido

El Gran Dictador Elegido les dedica una amplia reverencia cómica, casi tocando con su cabeza el suelo y soltando un largo y  sonoro pedo.

 

CUADRO CUARTO

Mariposa

Soy el ojo inspirador. Todo lo que veo lo proceso y se lo digo al Dictador y él hace luego lo que quiere, él sabe, él comprende cuanto ocurre mejor que nadie, más sabiamente, mueve los hilos y los ejércitos van de aquí para allá sembrando discordia y pavor.

General del ejército del Este

Mariposa, puedes informar al Dictador que su ejército itinerante del Este estará parado un rato para conocer su nuevo destino. Estoy a tus órdenes.

Mariposa

No te detengas, yo te buscaré cuando tengas que cambiar de rumbo, continúa.

El general del ejército del Este se vuelve a sus soldados y con la espada en alto les arenga.

General del ejército del Este

No podemos parar, nuestra misión nunca tendrá fin. Hemos olvidado nuestro comienzo y ahora no vemos el final. Venimos del Este y vamos al Oeste. Algún día volveremos a vernos Mariposa, si es cierto que la tierra es redonda. ¡Adelante mis valientes! No os detengáis ante nada ni ante nadie, por donde nosotros pasemos quedará en el aire nuestro olor. ¡Sin descanso!

Se giró, y de nuevo a la cabeza de sus soldados se puso en marcha. Detrás todo el ejército hace sonar sus tacones contra el suelo. Todos desaparecen por el lado izquierdo del escenario.

Mariposa

Qué fácil es todo cuando hablas en nombre del Dictador

Entra el Vicepresidente con las ropas desgarradas, hecho polvo, malhumorado…

Vicepresidente

Lo vais a pagar caro. Os lo juro. Esto no se le hace a una personalidad influyente como yo. ¿Qué os habéis creído? Ahora estoy en horas bajas, bajísimas, pero resurgiré y os aplastaré aunque para eso tenga que empeñar mi gloria. Si el suelo está mojado haré que lo sequiéis con vuestras ropas y que os tendáis en el suelo para que mi alta persona no sufra las inclemencias del suelo, la basura que hay en las baldosas, en la tierra, la aspereza del hormigón. Después volaré, me haré liviano y me desplazaré por la vida sin tocar la materia. ¡Cobardes! Cuando todo cambie y me restituya el cetro os apalearé con él hasta veros sangrar y que vuestra obediencia sea ciega: IDEAS CLARAS, MANO DURA, mi nuevo lema.

Mariposa

Amigo, no estás en condiciones de prometer. Más te vale que te laves un poco esa cara de mocos resecos y lágrimas sin sal.

Vicepresidente

¿Quién eres tú gusano con alas para darme consejos?

Mariposa

Tu inspiración y sino me dejas entrar en tu mente estás condenado a vagar eternamente entre detritus y miserias del mundo, así que tú mismo.

Vicepresidente

Algo debí de hacer mal para estar en este estado, la mano más prometedora del Dictador ahora se ve suplicando a la Mariposa, apartado del poder, andrajoso y miserable. Así la gloria se me escapa entre los dedos. ¿Quién me prestará atención? ¿Quién obediencia? ¡Quién un remedio?

Niño del Remedio

Yo te puedo servir.

Vicepresidente

¿Tú niño santo?.

Niño del Remedio

Nadie más a propósito.

Vicepresidente

No quiero nada especial. Siempre os cobráis los favores y no quiero depender de lo sobrenatural por muy niño que seas. Todavía me queda un ejército y él me redimirá.

Niño del Remedio

Tú sabrás, pero estoy con la mariposa en que no estás en tu mejor momento.

El Niño del Remedio se evaporó

Por el lado derecho aparece el Ejercito del Oeste. Está totalmente derrotado, con las ropas sucias y andrajosas de heces, deshechas. Algunos de sus miembros tienen los atributos sexuales al aire y todos con la mirada triste apoyada en el suelo. Solo el Capitán parece algo digno, aunque arrastra la espada. Mira hacia adelante y contempla al Vicepresidente.

Capitán del Ejército del Oeste

Aquí estamos de vuelta de nuestro periplo circular al mundo, pacificando para ti a los seres vivos. Nos hemos encontrado con el Ejército el Este y le hemos vencido.

Aquí tienes los restos de nuestro Ejército. Nosotros estamos en pie y ellos desquiciados han huido al Norte unos y otros al Sur. Están aniquilados.

Estamos a tus órdenes. La mariposa nos ha dicho que estás dispuesto a todo por alcanzar la gloria, por recuperar tu sombra.

Vicepresidente.

¿Qué podemos hacer si no tenemos contra quién luchar? Todo es vano, aquí no hay nada. Esto es un desierto. Estamos desolados, no tenemos nuestra historia. Será una victoria de aire, de desconsuelo. ¿Contra quién nos hemos enfrentado, a quién hemos derrotado?

Capitán del Ejército del Oeste

Al Ejército del Este.

Vicepresidente

¿Y quién es ese ejército, si ya no existe? ¿Para qué decir que le hemos derrotado si ya no existe? Hemos hecho una guerra inútil, sin prisioneros. Hemos batallado para nada, sin prisioneros nuestra verdad no puede ser contrastada. Yo estoy igual que vosotros. Miradme, ¿A caso tengo dignidad?, Si tuviera dignidad estaría con la cabeza alta mirando arriba, a lo alto, al frente de mis ojos, a los bebés… Pero no, estoy aquí contemplándoos, reflejándome en este espejo que sois vosotros. Todo lo que podemos hacer es hundirnos bajo la tierra, ya que no podemos ir al Norte y no podemos ir al Sur, todo lo que podemos hacer es seguir avanzando hacia el Este, hacia el Este, hacia el Este y así encontrarnos. Sí encontramos el camino podremos salvarnos, solo el camino tiene algún futuro.

El Vicepresidente se pone al lado del Capitán del Ejército del Oeste y comienza la marcha hasta salir del escenario por la parte izquierda.

El escenario está vacío, en silencio. Solo la mariposa sonríe a los espectadores y mueve sus alas silenciosas esparciendo parte del polvo de sus alas.

Niño del Remedio

No quería que les ocurriera esto, si no intervengo todo es un desastre tras otro, sólo funciona por la alegría que puedo despertar cuando mis palabras intervienen. Esto es así,  no podemos esperar nada de nadie.

El Niño del Remedio gira sobre sí  mismo. Vueltas y más vueltas haciendo volar sus faldones como un derviche danzante que da color a su cara.

Baila, baila, baila. Danza por todo el escenario y al llega al centro ligeramente mareado se enfrenta a los espectadores.

Niño del Remedio

¿Qué pasa? ¿No vais a subir aquí conmigo? ¿No tenéis algo que pueda hacer por vosotros? ¿Algún problemilla? Veo muchas lenguas sucias. Llevo mucho tiempo desocupado.

Entra Dictador con aspecto napoleónico, incluida mano atrás y otra al pecho y dando paseítos por todo el escenario.

Dictador

Al fin te encuentro. Estaba harto, cansadísimo de hablar con tu emisario, esa fea mariposa. Ya era hora que nos enfrentáramos tú y yo cara a cara, que tuviéramos una conversación larga y tendida, una conversación como las que hay que tener, de persona a espíritu. Está bien que te hagas valer tanto Niño del Remedio.

Niño del Remedio

Sabes que siempre he estado detrás de ti riéndome. Yo soy como muchos miles de ángeles de la guardia, porque te estoy protegiendo de los serviles que tienes bajo la punta de tu bota.

Dictador

Bueno, no será para tanto, yo solamente digo y los demás hacen. Tampoco es tan peligroso, ni tan malo. Que tenga esa influencia sobre el resto no es malo Niño del Remedio. Claro, ya lo sabes, que nada es malo en sí mismo.

Niño del Remedio

Cuando hablas utilizar métodos coercitivos, cómo agarrarle de la garganta y apretarle hasta que deja de existir. Eso no es malo, por favor, que va a ser malo. Tampoco es malo quitarle a uno todas sus posesiones, dejarle la miseria, sin nada para comer. No, eso no es malo, que va a ser malo. Malo sería que ellos te protesten lo que haces, te levantaran la mano, eso sí sería malo, pero que alguien sufra tú maldad, eso no es malo, hombre. Eso es lo normal. Tampoco hay que decir quiero ser una persona que piensa diferente.

Dictador

Es necesario un ser que vaya por ahí maltratando a sus congéneres. Son necesario ellos para que yo exista y quiero que me los entretengas. ¿Si te lo pido me vas a ayudar o no? Me vas a ayudar o vas a dejar que esto continúe como está, ¿no has visto cómo está el ejército del Vicepresidente? ¿No has visto cómo ha desaparecido el ejército del Este y como el Ejército del Oeste anda vagando sumido en la miseria. ¿No vas a echarme una mano para salvar el desastre?.

Niño del Remedio

Sí, tendré que ayudarte, si no me pongo a tu lado mucho me temo que tendría que estar al lado de ellos y ¿Qué gano con eso?. Solo sería una partícula miserable más. Si me pongo a tu lado, si te ayudo, podrás beneficiarme. Contar con tu consentimiento nos engrandece, está claro.

Dictador

Lo estás entendiendo perfectamente y alabo tu comprensión. Si todo el mundo fuera como tú no tendría que esforzarme tanto, pierdo millones de energía en sujetar a esta reata de personas.

Entra el Vicepresidente con bastante mejor aspecto

Vicepresidente

Alabadísimo señor, que bien se te ve. No tienes ni una arruga. Tu cutis parece que nunca haya tenido barba y brilla. Todo tu brillas, es un esplendor que me deja apabullado.

Dictador

Calla, calla, que me vas a sonrojar.

Vicepresidente

Es cierto, te lo puedo asegurar. Estoy encantado de poder estar a tu sombra y que tus rayos me alcancen tan cerca que los pueda abrazar. Me dormiría en tu regazo.

Dictador

Yo también estoy feliz de tenerte cerca de mí, de contar contigo para esta gran labor que estamos llevando a cabo.

Vicepresidente

La felicidad es mía, sólo mía. Me pondrá a cantar de lo alegre que estoy.

Dictador

Pues canta.

Vicepresidente

(Cantando) Toda la vida esperándote/y cuando llegaste te abracé/descubrí que merece la pena vivir.

Dictador

Ya, es que doy mucho cante y caché. Es lo que tiene el pedigrí.

Vicepresidente

Pero creo que deberías ser un poquito más confiado con quienes te quieren y sostienen.

Dictador

Nunca te puedes fiar del todo. Más de una vez a los grandes hombres, como es mi caso, han tenido aduladores que se van acercando sibilinamente hasta que llegado su momento le dan el zarpazo y … se acabó.

Vicepresidente

Pero ese no es el caso, yo te quiero de verdad.

Dictador

Cuando se trata del poder, la verdad está oculta en muchas pequeñas verdades… o mentiras piadosas.

Vicepresidente

Muchas verdades a medias o infinidad de mentirijillas que forman el tejido donde se oculta una verdad inconfesable y tú eres un maestro en el arte de tejer el ocultamiento de la verdad.

Dictador

¿Me estás acusando de algo?

Vicepresidente

No, como te iba a acusar si yo he sido tu principal ayudante y un buen aprendiz.

Dictador

Ya me parecía. Sabes que a la más mínima sospecha… tu final será inminente.

Vicepresidente

Lo sé, lo sé y estoy a tus pies, a tus manos y a lo que haga falta. Además el gusano con alas me parece brillante, alentador y una gran idea.

CUADRO QUINTO

Plaza de toros o similar. Por similar se entiende un estadio de fútbol o gran circo al aire libre.

Dictador

No hay quinto malo. ¡Qué feliz soy de veros a todos aquí! Desde hoy mismo comienza una nueva era. Si alguno aun tiene algún recuerdo que le martiriza, por una módica cantidad puede borrárselos en el centro “no más recuerdos infelices”.  No tenéis por que pensar, para eso estoy yo y alguno de mis correligionarios más avanzados. Vosotros dejaros llevar, asentir y no sufriréis ningún daño.

Encargado del Centro no más recuerdos infelices

Dictador. Esta cabeza… (Se la muestra al Dictador. Es una cabeza recién cortada que gotea sangre. La tiene sujeta por  su melena rubia, sucia y pastosa) … no respondía al tratamiento de borrado de recuerdos y ha sido separada del cuerpo según lo estipulado.

Súbditos

¡Ay!

Dictador

Bien hecho. No nos podemos permitir el lujo de que haya por ahí cabezas  con recuerdos sujetas a un cuerpo que puede ser potencialmente un arma.

Encargado del Centro no más recuerdos infelices

Así lo entendemos cuantos estamos a tu servicio.

Dictador

Da al cuerpo decapitado una nueva cabeza, tampoco estamos para despilfarrar energías. Cuidaros bien de que las manos estén bien conectadas, es lo más importante.

Encargado del Centro no más recuerdos infelices

Como siempre cumpliremos tus órdenes al pie de la letra.

Dictador

¡Qué chico más bien mandado! Da gusto. ¡Escuchadme todos!. Y tu mariposa agorera, estate quieta de una vez, si no quieres acabar con las alas agujereadas, tu cuerpo pegado al suelo y todo el odio resoplando en tus antenas. Así mucho mejor, quieta y con la mirada pegada a las baldosas. Ahora vamos a comprobar que la orquesta funciona.

Benditas togas, Por si algún miserable se atreve a mirarnos de reojo, a insinuar que no somos legales y que debemos abandonar a toda esta pobre gente al libre albedrio sería conveniente que busquemos la forma de cambiar las leyes, sin que se note demasiado, para poder continuar esta magnánima obra que nos hemos propuesto.

Vendedor de olmos

(Agita sus ramas enloquecido)

Os ofrezco mi resistencia a la putrefacción, ahora que no hay ningún escarabajo cerca y estoy sano y fuerte como un roble.

Dictador

Eso es circunstancial. En cualquier momento puedes desaparecer y nos dejas con el culo al aire. Es mejor que manipulemos todo cuanto se nos permita, o sea, todo para cambiar las leyes y poder perpetuarnos sin oponentes.

Vendedor de olmos

Miraré pero no moveré una rama por ti ni por nadie.

Súbditos

¡Ay! ¡Ay!

Viento de noventa kilómetros a la hora

Hoy es mi día. Voy a levantar un torbellino y me llevaré por delante cuanto pille a mi paso.

Dictador

Detente, ya te diré cuando puedes entrar y que has de llevarte.

Viento de noventa kilómetros a la hora

Me quedo en la puerta, pero date prisa que tengo un fuerte dolor de barriga.

Dictador

Es agotadora vuestra presencia Viento de noventa kilómetros a la hora y una insolencia. ¿No ves lo preocupados que dejas a mis correligionarios, togas, coros, etc. etc.? Esta es la primera y última vez que me diriges la palabra y me apremias. El tiempo es cosa mía y yo soy quién lo distribuye.

—ooOoo—

Silencio sepulcral, todo silencio. Nadie habla. Nadie se mueve. Todos petrificados. Por el este, lado izquierdo del escenario y por el oeste, lado derecho del escenario se oye un gran rumor de gentes que vienen en una extraña procesión. Traen vírgenes, dioses, amuletos, obreros de la construcción con sus camisetas sin mangas sucias de sudor y restos de yesos, cementos y ladrillos. También vienen bailarinas, tenores y contraltos, prostitutas, amas de cría, tenderos y baterías sin baquetas. Hasta viene un señor sacudiéndose el miembro después de habérselo hecho con una oveja. Saltan unos por encima de los otros, se insultan, amenazan y  ríen estridentemente.

No se sabe si vienen en son de paz o para armar gresca. Tampoco está muy claro si es una procesión para hacer reír o llorar. Se oyen voces, risas, palabrotas y los más refinados vocablos. Es una amalgama donde nadie parece respetar a nadie, todos se expresan a la vez y crece un murmullo ensordecedor.

Todos convergen en el escenario a las doce en punto y eclipsan al Dictador que no sabe dónde meterse. Corre de un lado para otro, grita, pero nadie le oye. Gesticula, hace aspavientos con manos y piernas y nadie le tiene en cuenta, parece uno más del variopinto grupo que ha entrado en escena.

En su montaña, teniendo a sus pies a los dominados sobresalía y su figura imponente resaltaba hasta el sol, pero ahí, en ese barullo cósmico no es nadie, absolutamente nada, sin sombra y sin luz.

De nada le sirve la cólera. Los demás piensan que está interpretando un papel y no le hacen puto caso. Queda diluido.

Súbditos

¡Ay! ¡Ay!

Dictador

Aggggg

Vicepresidente

Agggg

Mariposa

Agggg

Niño del Remedio

Agggg

Súbditos

 

¡AY!

T E L Ó N