Consideraciones sobre la publicación de un poema

La publicación del poema El verso en varios foros de internet me da pie para escribir algo sobre la eterna discusión que venimos arrastrando desde hace más de cuarenta años. ¿Qué escribir? ¿Cómo escribir? ¿Para quién escribir?.

El verso

El verso

libre y despreocupado

te rodea

 

Es un abrazo que recuerda peluches perfumados

almohada mullida

tarde de estío a la sombra de un almendro frondoso

 

A veces arpón

entre meandros se sujeta fuerte a la orilla luchando contra la corriente
y sólo tiene la palabra

 

S u f i c i e n t e

no necesita más para andar los caminos torcidos

para sonreír

 

Basta, es suficiente, cada día necesito menos sol, menos agua

sólo el roce de tus labios importa

impide me precipite al abismo

 

Dime no y habrás cortado el hilo mágico que me sostiene

 

Caeré de bruces al suelo

 

Ando sumergido en mí

como triste

sin motivo

 

La vida ciertamente me sonríe

tengo de todo

incluso sirena de bomberos por si vienen mal…

incendio

 

¿Entonces?

 

Si hace sol

me falta la lluvia

si llueve

echo en falta la claridad del verano

 

Solo es eso

ausencias sin sentido

 

i n  s a t i s f a c c i o n e s

 

Siempre nos hemos encontrado con opiniones bien diferentes. Escribir que se entienda, que sea comprensible para la gente sencilla o que se busque la excelencia literaria y que el lector haga el esfuerzo de comprender el texto. Son solo algunas de las posturas. Y esto no ocurre solamente en la literatura.

Se está hablando de escribir y de cómo,  pero no veo que se esté teniendo en cuenta el arte, la manifestación artística en el poema.

Entiendo que en la mayoría de los casos el poema es solamente un embalaje, la forma de transmitir una idea, un concepto, un sentimiento o lo que se quiera, como podría ser el relato, el cuento, el teatro, la novela, etc. etc. con mayor o menor fortuna.

En todos ellos también se puede hacer arte, por supuesto.

A este respecto transcribo la crítica de Argemone Mex que me hizo sonreír.

Argemone Mex Amigo Serafin: Todo lo que se escribe para el otro, busca transmitir una emoción intensa. La palabra escrita siempre está lista para ser modificada tanto, que la misma palabra se sorprenda de su propio mensaje y contenido.
Lamento sus palabras carezcan de una guía bien definida, y que en busca de originalidad, pierda usted el camino.
Si se ha escrito para sí mismo, su propia crítica, releerá el escrito tantas veces como sean necesarias, y logrará ver lo evidente que usted mismo concluye: Insatisfacción.

Serafín Martín Amigo Argemone Mex: Sabios consejos. La próxima vez te preguntaré que te parecen mis escritos que ya veo te motivan. Un abrazo. Con esto tan contento.

Argemone Mex Amigo Serafín. Me parecería mucho más correcto que tuviera un diálogo interno, y usted mismo tachara y corrigiera sus letras. A modo de motivación, le cuento que aunque no sirve mucho mi consejo, cada vez que leo algo de lo que escribo, siento necesidad de corregirlo. Y que hubo uno, que lo tuve que re-hacer 325 veces según Word. Así que, habría que buscar gente más experta en esos temas. Yo soy por mucho ignorante y falto, inculto, iracundo y por demás -por mucho- imbécil escribiendo. Un saludo.

Así transcurrió el diálogo. Las opiniones son mil y hay que respetarlas

Como teórico no valgo gran cosa, tampoco lo intento, pero afortunadamente también hay opiniones que definen mejor mi opinión.

En una pregunta-encuesta planteada en la red “¿Qué necesita un poeta para que su obra transcienda los tiempos?” Adrián K`rrillo dice:

«El poeta que no imita a otro poeta por más que lo admire, seguro hace la diferencia y da un paso a la trascendencia. El poeta que experimenta con la lengua y busca siempre la ruptura. El poeta que se aleja de la mediocridad y busca la excelencia siempre. Los ojos de un poeta deben mirar más allá de las capacidades de un ser humano cualquiera. Muchos caen en la simpleza de la imitación y no se interesan por crear nuevas formas, renovar los procedimientos estéticos, fabricar los versos que no se han inventado».

Podríamos seguir diciendo y diciendo, pero hoy por hoy intento crear nada más, por muy bonito y edificante que sea la crítica y censura.

Curiosamente estos términos que se han unido casi sin propósito me hacen ver que en la mayoría de los casos la crítica no es nada más que un modo de censura. ¿O lo es siempre?

No obstante se admiten opiniones, por muy bellacas que sean serán publicadas.