Con esta cita de Crimen, de Agustín Espinosa :

¿Qué sabe nadie, qué sabemos nosotros, del puñal que nos herirá, de las manos que nos estrangularán, de la bala que nos estallará la cabeza? ¿O en qué plaza, en qué calle, en qué ciudad, bajo qué cielo caeremos un lozano día para no levantarnos más?

comienza SIMA (Un relato de sombras) construido, como bien dice el título, de sombras, de monstruos que te despiertan en la noche y sobre todo de sueños que poco tienen que ver con anhelos.

MARTES

            Aun tenía en la cabeza el rugir del agua cayendo por la catarata. Dejó el maniquí desnudo sobre el lecho del río solo por saber, ver y contemplar como flotaba, como inexorablemente se iba acercando a la cortina de agua, como desaparecería y como sería incapaz de evitarle la caída aunque cambiara de opinión.

            Llegar hasta ese punto del río le costó lo suyo. Era una vieja idea ensoñada desde que tuvo uso de razón. Una de sus chanclas cayó al pocillo que formaba el agua sucia de un arroyuelo de desagües. Buceó en aquel maloliente líquido, pero fue imposible dar con la zapatilla y regresó a su casa…

             El texto completo del relato te lo puedes descargar en el siguiente enlace:

SIMA (UN RELATO DE SOMBRAS)

 

Confío en que lo leas y que sea de tu agrado.

Gracias por leerme.

Serafín Martín Vidriales