CUARTO CUADRO

Mariposa

Soy el ojo inspirador. Todo lo que veo lo proceso y se lo digo al Dictador y él hace luego lo que quiere, él sabe, él comprende cuanto ocurre mejor que nadie, más sabiamente, mueve los hilos y los ejércitos van de aquí para allá sembrando discordia y pavor.

General del ejército del Este

Mariposa, puedes informar al Dictador que su ejército itinerante del Este estará parado un rato para conocer su nuevo destino. Estoy a tus órdenes.

Mariposa

No te detengas, yo te buscaré cuando tengas que cambiar de rumbo, continúa.

El general del ejército del Este se vuelve a sus soldados y con la espada en alto les arenga.

General del ejército del Este

No podemos parar, nuestra misión nunca tendrá fin. Hemos olvidado nuestro comienzo y ahora no vemos el final. Venimos del Este y vamos al Oeste. Algún día volveremos a vernos Mariposa, si es cierto que la tierra es redonda. ¡Adelante mis valientes! No os detengáis ante nada ni ante nadie, por donde nosotros pasemos quedará en el aire nuestro olor. ¡Sin descanso!

Se giró, y de nuevo a la cabeza de sus soldados se puso en marcha. Detrás todo el ejército hace sonar sus tacones contra el suelo. Todos desaparecen por el lado izquierdo del escenario.

Mariposa

Qué fácil es todo cuando hablas en nombre del Dictador

Entra el Vicepresidente con las ropas desgarradas, hecho polvo, malhumorado…

Vicepresidente

            Lo vais a pagar caro. Os lo juro. Esto no se le hace a una personalidad influyente como yo. ¿qué os habéis creído? Ahora estoy en horas bajas, bajísimas, pero resurgiré y os aplastaré aunque para eso tenga que empeñar mi gloria. Si el suelo está mojado haré que lo sequiéis con vuestras ropas y que os tendáis en el suelo para que mi alta persona no sufra las inclemencias del suelo, la basura que hay en las baldosas, en la tierra, la aspereza del hormigón. Después volaré, me haré liviano y me desplazaré por la vida sin tocar la materia. ¡Cobardes! Cuando todo cambie y me restituya el cetro os apalearé con él hasta veros sangrar y que vuestra obediencia sea ciega: IDEAS CLARAS, MANO DURA, mi nuevo lema.

Mariposa

Amigo, no estás en condiciones de prometer. Más te vale que te laves un poco esa cara de mocos resecos y lágrimas sin sal.

Vicepresidente

¿Quién eres tú gusano con alas para darme consejos?

Mariposa

Tu inspiración y sino me dejas entrar en tu mente estás condenado a vagar eternamente entre detritus y miserias del mundo, así que tú mismo.

Vicepresidente

Algo debí de hacer mal para estar en este estado, la mano más prometedora del Dictador ahora se ve suplicando a la Mariposa, apartado del poder, andrajoso y miserable. Así la gloria se me escapa entre los dedos. ¿Quién me prestará atención? ¿Quién obediencia? ¡Quién un remedio?

Niño del Remedio

Yo te puedo servir.

Vicepresidente

¿Tú niño santo?.

Niño del Remedio

Nadie más a propósito.

Vicepresidente

No quiero nada especial. Siempre os cobráis los favores y no quiero depender de lo sobrenatural por muy niño que seas. Todavía me queda un ejército y él me redimirá.

Niño del Remedio

Tú sabrás, pero estoy con la mariposa en que no estás en tu mejor momento.

El Niño del Remedio se evaporó

Por el lado derecho aparece el Ejercito del Oeste. Está totalmente derrotado, con las ropas sucias y andrajosas de heces, deshechas. Algunos de sus miembros tienen los atributos sexuales al aire y todos con la mirada triste apoyada en el suelo. Solo el Capitán parece algo digno, aunque arrastra la espada. Mira hacia adelante y contempla al Vicepresidente.

Capitán del Ejército del Oeste

Aquí estamos de vuelta de nuestro periplo circular al mundo, pacificando para ti a los seres vivos. Nos hemos encontrado con el Ejército el Este y le hemos vencido.

Aquí tienes los restos de nuestro Ejército. Nosotros estamos en pie y ellos desquiciados han huido al Norte unos y otros al Sur. Están aniquilados.

Estamos a tus órdenes. La mariposa nos ha dicho que estás dispuesto a todo por alcanzar la gloria, por recuperar tu sombra.

Vicepresidente.

¿Qué podemos hacer si no tenemos contra quién luchar? Todo es vano, aquí no hay nada. Esto es un desierto. Estamos desolados, no tenemos nuestra historia. Será una victoria de aire, de desconsuelo. ¿Contra quién nos hemos enfrentado, a quién hemos derrotado?

Capitán del Ejército del Oeste

Al Ejército del Este.

Vicepresidente

¿Y quién es ese ejército, si ya no existe? ¿Para qué decir que le hemos derrotado si ya no existe? Hemos hecho una guerra inútil, sin prisioneros. Hemos batallado para nada, sin prisioneros nuestra verdad no puede ser contrastada. Yo estoy igual que vosotros. Miradme, ¿A caso tengo dignidad?, Si tuviera dignidad estaría con la cabeza alta mirando arriba, a lo alto, al frente de mis ojos, a los bebés… Pero no, estoy aquí contemplándoos, reflejándome en este espejo que sois vosotros. Todo lo que podemos hacer es hundirnos bajo la tierra, ya que no podemos ir al Norte y no podemos ir al Sur, todo lo que podemos hacer es seguir avanzando hacia el Este, hacia el Este, hacia el Este y así encontrarnos. Sí encontramos el camino podremos salvarnos, solo el camino tiene algún futuro.

El Vicepresidente se pone al lado del Capitán del Ejército del Oeste y comienza la marcha hasta salir del escenario por la parte izquierda.

El escenario está vacío, en silencio. Solo la mariposa sonríe a los espectadores y mueve sus alas silenciosas esparciendo parte del polvo de sus alas.

Niño del Remedio

No quería que les ocurriera esto, si no intervengo todo es un desastre tras otro, sólo funciona por la alegría que puedo despertar cuando mis palabras intervienen. Esto es así,  no podemos esperar nada de nadie.

El Niño del Remedio gira sobre sí  mismo. Vueltas y más vueltas haciendo volar sus faldones como un derviche danzante que da color a su cara.

Baila, baila, baila. Danza por todo el escenario y al llega al centro ligeramente mareado se enfrenta a los espectadores.

Niño del Remedio

¿Qué pasa? ¿No vais a subir aquí conmigo? ¿No tenéis algo que pueda hacer por vosotros? ¿Algún problemilla? Veo muchas lenguas sucias. Llevo mucho tiempo desocupado.

Entra Dictador con aspecto napoleónico, incluida mano atrás y otra al pecho y dando paseítos por todo el escenario.

Dictador

Al fin te encuentro. Estaba harto, cansadísimo de hablar con tu emisario, esa fea mariposa. Ya era hora que nos enfrentáramos tú y yo cara a cara, que tuviéramos una conversación larga y tendida, uns conversación como las que hay que tener, de persona a espíritu. Está bien que te hagas valer tanto Niño del Remedio.

Niño del Remedio

Sabes que siempre he estado detrás de ti riéndome. Yo soy como muchos miles de ángeles de la guardia, porque te estoy protegiendo de los serviles que tienes bajo la punta de tu bota.

Dictador

Bueno, no será para tanto, yo solamente digo y los demás hacen. Tampoco es tan peligroso, ni tan malo. Que tenga esa influencia sobre el resto no es malo Niño del Remedio. Claro, ya lo sabes, que nada es malo en sí mismo.

Niño del Remedio

Cuando hablas utilizar métodos coercitivos, cómo agarrarle de la garganta y apretarle hasta que deja de existir. Eso no es malo, por favor, que va a ser malo. Tampoco es malo quitarle a uno todas sus posesiones, dejarle la miseria, sin nada para comer. No, eso no es malo, que va a ser malo. Malo sería que ellos te protesten lo que haces, te levantaran la mano, eso sí sería malo, pero que alguien sufra tú maldad, eso no es malo, hombre. Eso es lo normal. Tampoco hay que decir quiero ser una persona que piensa diferente.

Dictador

Es necesario un ser que vaya por ahí maltratando a sus congéneres. Son necesario ellos para que yo exista y quiero que me los entretengas. ¿Si te lo pido me vas a ayudar o no? Me vas a ayudar o vas a dejar que esto continúe como está, ¿no has visto cómo está el ejército del Vicepresidente? ¿No has visto cómo ha desaparecido el ejército del Este y como el Ejército del Oeste anda vagando sumido en la miseria. ¿No vas a echarme una mano para salvar el desastre?.

Niño del Remedio

Sí, tendré que ayudarte, si no me pongo a tu lado mucho me temo que tendría que estar al lado de ellos y ¿Qué gano con eso?. Solo sería una partícula miserable más. Si me pongo a tu lado, si te ayudo, podrás beneficiarme. Contar con tu consentimiento nos engrandece, está claro.

Dictador

Lo estás entendiendo perfectamente y alabo tu comprensión. Si todo el mundo fuera como tú no tendría que esforzarme tanto, pierdo millones de energía en sujetar a esta reata de personas.

Entra el Vicepresidente con bastante mejor aspecto

Vicepresidente

Alabadísimo señor, que bien se te ve. No tienes ni una arruga. Tu cutis parece que nunca haya tenido barba y brilla. Todo tu brillas, es un esplendor que me deja apabullado.

Dictador

Calla, calla, que me vas a sonrojar.

Vicepresidente

Es cierto, te lo puedo asegurar. Estoy encantado de poder estar a tu sombra y que tus rayos me alcancen tan cerca que los pueda abrazar. Me dormiría en tu regazo.

Dictador

Yo también estoy feliz de tenerte cerca de mí, de contar contigo para esta gran labor que estamos llevando a cabo.

Vicepresidente

La felicidad es mía, sólo mía. Me pondrá a cantar de lo alegre que estoy.

Dictador

Pues canta.

Vicepresidente

(Cantando) Toda la vida esperándote/y cuando llegaste te abracé/descubrí que merece la pena vivir.

Dictador

Ya, es que doy mucho cante y caché. Es lo que tiene el pedidrí.

Vicepresidente

Pero creo que deberías ser un poquito más confiado con quienes te quieren y sostienen.

Dictador

Nunca te puedes fiar del todo. Más de una vez a los grandes hombres, como es mi caso, han tenido aduladores que se van acercando sibilinamente hasta que llegado su momento le dan el zarpazo y … se acabó.

Vicepresidente

Pero ese no es el caso, yo te quiero de verdad.

Dictador

Cuando se trata del poder, la verdad está oculta en muchas pequeñas verdades… o mentiras piadosas.

Vicepresidente

Muchas verdades a medias o infinidad de mentirijillas que forman el tejido donde se oculta una verdad inconfesable y tú eres un maestro en el arte de tejer el ocultamiento de la verdad.

Dictador

¿Me estás acusando de algo?

Vicepresidente

No, como te iba a acusar si yo he sido tu principal ayudante y un buen aprendiz.

Dictador

Ya me parecía. Sabes que a la más mínima sospecha… tu final será inminente.

Vicepresidente

Lo sé, lo sé y estoy a tus pies, a tus manos y a lo que haga falta. Además el gusano con alas me parece brillante, alentador y una gran idea.

(Continuará)