CUADRO PRIMERO

 Vicepresidente

¿Qué hago aquí?

¿ Qué hago en este escenario absurdo donde todas las paredes están vacías y nadie me aplaude?. ¿Qué hago aquí sin alabanzas, sin caricias?.

Dictador

Aquí estás  esperando la gloria. ¡La gloria!.  Sabes que viene el día después de tu muerte, solo un día, con un día bastará para que alcances la gloria. ¿Eso es lo que quieres, no? Mira, todo lo que ves.  Mira al frente ¿ que ves?. No hay nada, ¿verdad?

Mira al suelo. Una pequeña sombra, sí eres tú, nada más una pequeña sombra y un ramo de flores que te llevaremos a la tumba, ramo de flores marchito. Si un ramo de flores que apenas podrás contemplar, eso es lo que quieres, no solo la gloria. ¡La gloria!, ¡ la gloria!, ¡que venga la gloria!. La gloria solo viene cuando te mueres, ya lo sabes, un día después, ese día es el día que vendrá y te saludará como si fuera el miércoles o jueves y te dirá hola Vicepresidente. ¿Ya has dormido? Estás durmiendo. ¿Estás muerto?

Gloria

Te hablo a ti. Sé que estás esperando. Mira al suelo ¿que ves?. No ves nada. Si una pequeña sombra, ¿ qué es? Esa pequeña sombra eres tú;  a lo mejor no eres tú, mejor.

No es la sombra de un árbol. Si fuera una sombra de árbol, podría ser una hoja. Si fuera  una sombra de flor proyectaría olores, si fuera la sombra de un mueble sería una madera muerta. No eres una sombra.

¡Qué desconocida la sombra absurda!. ¿Y tú sombra?

Vicepresidente

Pues quítame de aquí. Sácame.

No sé qué pinto aquí, si no puedo decidir mi futuro. No sé qué hago aquí.

Dictador

Entonces, pues es fácil, ya te lo he dicho, estás proyectando una sombra. Sin ti la sombra no es nada y tú no eres nada sin sombra.  Aunque mires al suelo, a las paredes, al cielo y no veas asómbrate ese día. Estarás, no muerto, no desaparecido. Vamos, que ese día ya no existirá nada de ti. La sombra es muy importante o ¿no lo sabe? Yo tengo una sombra muy grande. Sombra que domina en la sombra.  Es la sombra que da sobre la farola. Que podrida está la del  cactus. Es la sombra de la escultura negra. Por eso es tan importante.

 Vicepresidente

Ya lo entiendo, pero voy a quedarme mucho tiempo. ¿Tú crees habrá algo interesante para mí? ¿Qué sea bueno?.

Dictador

No, aquí no hay nada interesante para ti. No hay gloria. No hay sombra que puedas ver.

Podrías estar aquí y tener grandes espacios,  mirar a la multitud y decirles sentaos y todo el mundo se sienta. Luego les dirías en pie y todo el mundo al unísono en pie, entonces tú dominarías el escenario. Tú serías la estrella, la estrella y la sombra, pero no va a ser así, tú no eres prácticamente nada, simplemente el espectro de Timmy y no vas a hablar con la gloria. La gloria es espuma, la gloria solamente es posible un día después de tu muerte. Ahí está la gloria y ya no puedes verla.

(Entra el coro de palmeros).

Palmeros

Con la verga alta dale la gloria. Zanahoria con dientes subida de tono, una gloria y hablar de la muerte, dame, dame, dame hasta ocho veces.

 Vicepresidente

 ¿Quiénes son estos? Parecen un poco chiflados. Hablaban como si supieran que estamos discutiendo tú y yo. Nadar en la verdad, nada más lejos. Ellos no saben nada y al cabo,¿ qué son los palmeros? Un coro de tócame pelotas que van de fiesta en fiesta tratando de que la gente se ría, pero no nos alegran. El vino ha dado tres vueltas. Entonces sí, entonces la alegría es enorme, el vino vuela, el vino rueda, el vino tiñe la sangre de rojo, entonces la alegría florece con el vino, con las palmeras ellos son los artífices del sueño.

Dictador

Quieres engañarme.  Quieres irte, evadirte. Quieres sentirte mejor y lo vas a conseguir así, de esta forma tan, tan zafia, tratando de lavar la mierda a los demás y espectacularmente miserable.

Miras las palabras y quieres hacer creer al mundo que eres mejor que yo, mejor que la sombra, mejor que la luz. No, tú no eres mejor.

(Los palmeros hacen un corte de mangas a los presentes y desaparecen)

CUADRO SEGUNDO

(Un trozo de sol se ha desprendido y en mitad del escenario ilumina toda la escena, incluso a los personajes que por ella pasan)

Dictador

Que incauto este Vicepresidente, pues no cree que los peces maman y se ha traído una bota de vino para regar las plantas. Así no vamos a ninguna parte. No podemos perder el tiempo en actos pedagógicos, ni en momentos ornamentales. Hay que ir directos al grano. Que las cosas sucedan y no se vea la mano que ejecuta. Dar muerte al traidor en sentencia justa. Eso sí, el traidor elegido al azar, el tribunal amañado, que solo tenga que leer la sentencia dictada desde mi palacio. Un Dictador tiene que dictar, si no ¿de qué sirve? No sería Dictador ni nada, un simple saco de garbanzos sucios con tierra, cebada, pedruscos y poco más.

Coro de plañideras

Alabado seas siempre supremo Dictador, tuya es la gloria en vida, no la de ese Vicepresidente que ha de morir para alcanzarla.

Dictador

¿Veis mi sombra? Me pongo un gorro ruso y mi sombra lleva una corona imperial. Eso es lo que llaman proyección de futuro.

Coro de puñeteras

¡Cuánta razón tienes!

Dictador

Me agota ser tan alto, tan guapo, tan dulce, tan mayor, tan maduro, tan ilustrado, tan magnánimo y tan magnífico y tan magnate y tan…

Creo que voy a jugar a la lotería y si no me toca mando fusilar a las manos inocentes, a los números que no coincidan con mi billete y a quién se resista.

Coro de putas muy putas

¡Qué listo eres, jodido!

Lisiado

(Agitando su bastón)

¡La madre que os parió a todos!. No me llega la pensión. Nadie se ocupa de nosotros. Os da igual que vivamos o no. Total, no podremos ir a la guerra, valemos para poco y tampoco queremos valer. No tenemos opción de alcanzar la gloria y tampoco la queremos, tendríamos que hacer algo que sobresaliera por encima de todos, algo tremendo que arañe las conciencias y esté en boca de todos.

Dictador

Quita a un cojo su bastón y tendrás un bastón sin cojo. Ninguno de los dos valdrá para nada. Tendremos que buscar la forma de eliminar lo superfluo, todo lo que no aporta.

Lisiado

Puedo hablar, convencer, soy útil, muy útil tralalá, tralalá .

Dictador

¡Todo el mundo quieto!.

(Lisiado y Dictador bailan una muñeira)

Virgen a la fuerza

¿Dónde está el Vicepresidente?. El sol está a punto de esconderse, se fundirán las sombras y se partirá el mundo. Habrá que elegir entre tostadas con aceite o mantequilla. Las sombras carecerán de futuro. El Vicepresidente sin sombra dejará de tener futuro y la gloria se alejará totalmente.

Vicepresidente

Se nota tu himen intacto y la mala leche.

TELÓN

 

 

TERCER CUADRO

(Las togas entran de dos en dos cogidas de la mano bailando la conga, algunas sin cabeza).

Juez jefe

¡Señores, señores! Tengan calma. Siéntense ordenadamente que tenemos mucho trabajo. Hay que definir toda la vida humana de este magnífico espacio.

Toga rubia

Como todos saben, represento a las señoras bien formadas, de constitución sólida. Tengan en cuenta que todo aquello que yo diga ha de tenerse muy en cuenta.

Toga moreno

Lo sabemos, hay que elegir a cuatro jugadores hábiles para el futbolín.

Juez jefe

Me pido los mandos de portero y defensa de los jugadores blancos y verdes.

Juez pies sucios

Les voy a contar una historia. Hace unos días no tenía nada que hacer, más o menos como de costumbre, y me fui a dar una vuelta en la parte de arriba del autobús turístico. Nos tuvimos que arropar con una mantita para que el relente no hiriera los huesos. El caso es que entre todos los turistas reunimos una pequeña cantidad de dinero y compramos un megáfono para anunciar a los transeúntes la presencia del Juez jefe.

Togado recién despierto

Señores, recuperen la calma. Hay que profundizar en lo que nos ha traído aquí. Todo el mundo está pendiente de lo que decidamos para poder ser fieles cumplidores unos y transgresores los otros.

Juez jefe

¡Somos la Ley y la leche! Ya saben que de nosotros depende el color de los semáforos, el uso racional de los tangas, las luces de colores y el fondo amarillo que pintan los niños para el sol.

(Mariposa a rayas vuela por la sala soltando el polvo de sus alas)

Togado obeso

¡De rodillas! ¡Todos de rodillas! La mariposa nos ilumina, nos transmite su sabiduría. ¡Cuidadla!

Mariposa

Dulces señores y alguna señora. Hoy, precisamente hoy no estoy para coñas. ¡Qué feliz soy de poder inspirarles! Tengo alguna instrucción para ustedes del Dictador. Les aconsejo que las tengan en cuenta y no salgan del camino que tal sabiamente el Dictador les aconseja. Sean buenos y podrán llevar una gran vida con bonitas esposas, guapos hijos, casas imponentes y mucha felicidad.

Despliega un gran rollo de papel con anotaciones y lee:

Procesar y condenar

Procesar y condenar

Procesar y condenar

Condenar

Condenar

Condenar

Condenar trescientas cincuenta y dos mil veces.

Los togados miran la mariposa absortos, la aman, harían el amor con ella y bailan revueltos, sensuales, tratando de no ofender al enviado directo del Dictador.

Cantan

Con esta toga

y este birrete

me saca el Dictador

un billete.

Toma del frasco Carrasco.

Procesar, procesar, procesar  y al malo condenar.

Mariposa

(gritando a pleno pulmón)

¿Quién es el m

alo?

Juez

Quién se porte mal, lo diga el Dictador o convenga.

Juez jefe

Todos de acuerdo. Ahora vayamos a nuestras fortalezas y pongamos en marcha la verdad, la verdad de verdad, la única.

Dictador

¿Qué queréis?

Correligionarios

Caminar con la cabeza alta, que nadie pueda insultarnos y quien lo haga sea sancionado, inculpado y castigado. ¡Viva el castigo!. Hagamos que todo sea legal. Muy legal. Hagamos un engranaje sin fisuras, compacto, armonioso, blando.

Los prados verdes, el mar azul, el cielo azul, los ojos verdes y las esculturas del parque con olor a lavanda. Sin sobresaltos.

(El dictador sonríe y con sus paletos bien desarrollados raya una zanahoria).

Súbditos

¡Ay!

Correligionarios

Todo por escrito, sin cabos sueltos. Si algo  no consta, no existe y no vale interpretar.

El Dictador da un sonoro beso en la palma de su mano derecha y se lo lanza con un soplido a los correligionarios que lo reciben ilusionados

Súbditos

¡Ay!

Dictador

Todos sois testigos. Os prometo que cumpliré con creces vuestros deseos y que no os arrepentiréis que sea el elegido. ¡Vamos a glorificar el castigo! Nadie será más que nadie pero será inevitable recompensarme. Es lo justo ¿no?.

Súbditos

¡Ay!

Correligionarios

Ningún problema Dictador elegido.

Dictador elegido

Así me gusta.

Correligionarios

Lo que haga falta para glorificar al Gran Dictador Elegido

El Gran Dictador Elegido les dedica una amplia reverencia cómica, casi tocando con su cabeza el suelo y soltando un largo y  sonoro pedo.

(Continuará)